Hermanas Maestras Católicas del Sagrado Corazón de Jesús

Hermanas Maestras Católicas del Sagrado Corazón de Jesús

martes, 14 de diciembre de 2010

¡ALÉGRATE!

Benedicto XVI
Y LA PALABRA SE HIZO CARNE


En el evangelio de la tercera misa de navidad (Jn 1, 1-18) parece que todo lo que nos es amable y familiar del nacimiento de Jesucristo en el establo se ha alejado a la extraña dimensión del misterio. Aquí no se habla ya del niño ni de la madre, no se dice nada de pastores y de sus ovejas, nada del cántico de los ángeles, que anuncian al hombre la paz partiendo de la gloria de Dios.
Sin embargo, hay algo en común con todo eso: también el evangelio de hoy habla de una luz que ilumina en las tinieblas; habla de la gloria de Dios que nosotros podemos contemplar, como gracia, en la Palabra hecha carne, y habla del Señor que no fue aceptado en su propiedad o en los que eran los suyos.
Pero en medio de estas grandilocuentes palabras de misterio, aparece de repente el establo en el que el hijo de David debía nacer, puesto que no había lugar para él en la ciudad.
Así, si se examina con profundidad las cosas, se reconoce sin duda que el evangelio del día no habla de otra cosa que de lo que hablan los evangelios de las misas de la nochebuena. Sólo que parten de distintos puntos de vista.
Lucas y, de un modo semejante, Mateo cuentan la historia terrena y nos descubren, a partir de ahí, el acceso a la actuación misteriosa de Dios. Juan, el águila, contempla todo a partir del misterio de Dios y muestra cómo llega hasta el establo, hasta la carne y la sangre del hombre. Así, pues, ¿de qué se trata propiamente? ¿Qué es lo que pretende decirnos la iglesia para el día de navidad y, partiendo de ahí, para todo el año, y, en fin de cuentas, para nuestra vida, al presentarnos este texto tan solemne y serio donde nosotros deberíamos esperar las palabras cálidas del relato del nacimiento?


I
Este evangelio corresponde, desde los tiempos más antiguos, a la liturgia de la navidad, porque contiene la frase que nos ofrece la causa y el motivo de nuestra alegría, el contenido propio de la fiesta: el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1, 14).
En la navidad no celebramos el día natalicio de un hombre grande cualquiera, como los hay muchos. Tampoco celebramos simplemente el misterio de la infancia o de la condición de niño.
Ciertamente que lo puro y lo abierto del niño nos hace esperar, nos proporciona esperanza. Nos da ánimos para contar con nuevas posibilidades del hombre. Pero si nosotros nos aferramos demasiado a eso solo, al nuevo comienzo de la vida que se da en el niño, entonces lo único que podría quedar en definitiva sería la tristeza: porque también esto «nuevo» acaba por hacerse algo viejo y usado. También el niño entrará en el campo de concurrencia y de rivalidad de la vida, participará en sus compromisos y en sus humillaciones, y, como remate de todo, acabará siendo, igual que todos, presa y botín de la muerte.
Si nosotros no tuviéramos otra cosa que celebrar que sólo el idilio del nacimiento de un ser humano y de la infancia, entonces en último extremo no quedaría nada de tal idilio. Entonces nada tendríamos que contemplar más que el morir y el volver a ser; entonces cabría preguntarse si el nacer no es algo triste, puesto que sólo lleva a la muerte. Por eso es tan importante observar que aquí ha ocurrido algo más: el Verbo se hizo carne.
«Este niño es hijo de Dios», nos dice uno de nuestros villancicos navideños más antiguos. Aquí sucedió lo tremendo, lo impensable y, sin embargo, también lo siempre esperado: Dios vino a habitar entre nosotros. Él se unió tan inseparablemente con el hombre, que este hombre es efectivamente Dios de Dios, luz de luz y a la vez sigue siendo verdadero hombre.
Así vino a nosotros efectivamente el eterno sentido del mundo de tal forma que se le puede contemplar e incluso tocar (cf. 1 Jn 1,1). Pues lo que Juan denomina «la Palabra» o «el Verbo», significa en griego al mismo tiempo algo así como el sentido. Según eso, podemos también traducir nosotros: el sentido se ha hecho carne.
Pero este sentido no es simplemente una idea corriente que penetra en el mundo. El sentido se ha aplicado a nosotros y ha vuelto a nosotros. El sentido es una palabra, una alocución que se nos dirige.
El sentido nos conoce, nos llama, nos conduce. El sentido no es una ley común, en la que nosotros desempeñamos algún papel. Está pensado para cada uno de una manera totalmente personal. Él mismo es una persona: el Hijo del Dios vivo, que nació en el establo de Belén.
A muchos hombres, tal vez nos parece esto demasiado hermoso para que sea verdadero. Aquí se nos dice: sí, existe un sentido. Y el sentido no es una protesta impotente contra lo que carece de sentido. El sentido tiene poder. Es Dios. Y Dios es bueno. Dios no es un ser sublime y alejado, al cual nunca se puede llegar. Se halla totalmente próximo, al alcance de la voz, y se le puede alcanzar siempre. Él tiene tiempo para mí, tanto tiempo que hubo de yacer en un portal y que permanece siempre como hombre.
Pero nos volvemos a preguntar: ¿puede ser esto verdad? ¿se amolda efectivamente a Dios el ser o hacerse niño? No queremos creer que la verdad es hermosa; según nuestra experiencia, la verdad es, en fin de cuentas, por lo general cruel y sucia: y cuando alguna vez parece que no lo es, entonces horadamos y cavamos en torno a ella hasta confirmar nuevamente nuestra sospecha.
Del arte se dijo una vez que servía a lo bello y que esta belleza era, a su vez, splendor veritatis, el esplendor o el brillo de la verdad, su resplandor interior. Pero hoy día, el arte cree que su misión o tarea más alta consiste en desenmascarar al hombre como algo sucio y repugnante.
Si nosotros pensamos en los dramas de B. Brecht, toda la genialidad del poeta se aplica también aquí al descubrimiento de la verdad, pero no ya para mostrar sus luces, sino para demostrar que la verdad es sucia y que la suciedad es la verdad. El encuentro con la verdad no ennoblece, sino que envilece. De ahí que surja la mofa contra la navidad y la burla contra nuestra alegría.
Pero, de hecho, si no hay Dios, entonces no hay ninguna luz, sino que sólo nos queda la sucia tierra. Ahí radica la realmente trágica verdad de tal «Poesía».

II
«Los suyos no le recibieron» (Jn 1, 11). En fin de cuentas, nosotros preferimos nuestra terca desesperación a la bondad de Dios, la cual, partiendo de Belén, podría tocar a nuestro corazón. En fin de cuentas, somos demasiado soberbios para dejarnos salvar y redimir.
«Los suyos no le recibieron»; el abismo de esta frase no se agota con la historia de la búsqueda de alojamiento, que nuestros nacimientos representan y actualizan con tanto amor. Tampoco se agota con el llamamiento moral a pensar en los que no tienen techo en todo lo ancho de la tierra y también aquí en nuestras ciudades, por muy importante que sea esa llamada. Esta frase apunta y afecta a algo más profundo de nosotros, a la causa más profunda de que la tierra no ofrezca a muchos ningún cobijo o techo: nuestra soberbia cierra las puertas a Dios y de esa manera también a los hombres.
Nosotros somos demasiado orgullosos para ver a Dios. Nos ocurre lo que a Herodes y a sus especialistas en teología: en esa categoría o en ese grado, no se escucha el canto de los ángeles. En esa categoría, uno no se siente ni amenazado ni molestado por Dios. En esa categoría, no se quiere ya ser «su propiedad» -propiedad de Dios-, sino simplemente pertenecer cada uno a si mismo. Por eso no queremos recibir a Aquél que viene a su propiedad porque entonces tendríamos que transformarnos y reconocerle a él como nuestro dueño.
Él vino como niño para quebrar nuestra soberbia. Tal vez nosotros capitularíamos antes frente al poder o a la sabiduria. Pero él no busca nuestra capitulación, sino nuestro amor. Él quiere librarnos de nuestra soberbia y así hacernos efectivamente libres.
Dejemos, pues, que la alegría tranquila de este día penetre en nuestra alma. Ella no es una ilusión. Es la verdad. Pues la verdad, la última, la auténtica, es hermosa. Y, al mismo tiempo, es buena. El encontrarse con ella hace bueno al hombre. Ella habla a partir del niño, el cual, sin embargo, es el propio hijo de Dios.

III
Nuestro evangelio desemboca en la frase: «Y vimos su gloria...» (1,14). Estas podían ser las palabras de los pastores, al regresar del establo y resumir sus vivencias. Podrían ser las palabras con las que José y María trataran de describir los recuerdos de aquella noche de Belén. Pero no. Son como la mirada retrospectiva del discípulo que expresa lo que le ocurrió en su encuentro con Cristo.
Y así podríamos decir todos nosotros como cristianos: hemos visto su gloria. Sí, precisamente partiendo de eso, se podría explicar lo que es creer: ver o contemplar su gloria en medio de este mundo.
El que cree, ve. ¿Pero hemos visto nosotros? ¿No estamos todavía ciegos? ¿No vemos siempre únicamente a nosotros mismos y nuestra imagen que se refleja en un espejo? Cada uno puede ver fuera solamente algo que corresponde a lo que hay en él.
Dejemos que nuestros ojos sean abiertos por el misterio de este día y así podamos ver. Y así podremos vivir como «videntes» o como personas que ven. La colecta de Adveniat podría ser una pequeña respuesta a la llamada de la navidad. Un signo de que nosotros hemos oído y visto, de que nosotros reconocemos a Dios como el verdadero dueño de todo lo que nos es propio. Así podremos también nosotros ser portadores de la luz que procede de Belén y luego pedir, llenos de confianza: Adveniat regnum tuum. Que venga tu reino. Que venga tu luz. Que venga tu alegría. Amén.
JOSEPH RATZINGER
EL ROSTRO DE DIOSEd.
Sígueme. Salamanca 1983, págs. 26-31

"TE HABLARÉ AL CORAZÓN"

miércoles, 1 de diciembre de 2010

DICIEMBRE: EJE BÍBLICO


4. INTRODUCCIÓN
A LA BIBLIA                                                                       
                            
DESCRIPCIÓN: Este eje  te presenta la Biblia para que la conozcas y encuentres ejemplos  de personas que vivieron llamados parecidos al tuyo, descubras en sus vidas que es posible responder al Señor e iniciar un camino de compromiso; te des cuenta de que sus experiencias  hablan de lo que Dios hace por tÍ y espera de tÍ; te familiarices con su hermoso lenguaje simbólico, que es un lenguaje sacramental porque te explica las cosas más profundas de Dios que habla con signos y señales para ayudarte a descubrir su presencia y su acción y descubras a Jesús como el gran Sacramento de Dios. A través de su vida, sus palabras y su práctica, conocerás al Dios de la Vida y te encontrarás con Él.

1. DIMENSIÓN DEL SER
PBJETIVO: Propiciar el crecimiento de los agentes de pastoral  de la Congregación como personas, creyentes, cristianos y apóstoles, para que viviendo su fe en comunidad educativa y/o parroquial sean testigos creíbles en la sociedad y en la Iglesia.


CONTENIDO: Formación humana integral

2. DIMENSIÓN DEL SABER
OBJETIVO: Fomentar  que los agentes de pastoral de la Congregación conozcan tanto los elementos esenciales del mensaje cristiano y de pastoral evangelizadora, como a los interlocutores y su contexto para favorecer la madurez de su fe y el desarrollo de  su ministerio.

CONTENIDOS:
·  Bíblicos
·  Teológicos
·  Pastorales
·  Antropológicos
·  Culturales
·  Académicos
·  De identidad

¡SIGAMOS CAMINANDO!

A todos los Agentes de Pastoral de la Congregación que han iniciado su participación en este Encuentro Formativo, les enviamos un cordial saludo, nuestra felicitación y los invitamos a "SEGUIR CAMINANDO" juntos y con mucho enstusiasmo en este proyecto de formación.

MES
EJE
FICHA
Septiembre
ANTROPOLÓGICO
1.       SER PESRONA
Octubre
SOCIO-CULTURAL
2.      ANÁLISIS DE LA REALIDAD
Noviembre
HISTÓRICO
3.      HISTORIA DE LOS ORÍGENES DE LA IGLESIA
Diciembre
BÍBLICO
4.     INTRODUCCIÓN A
LA BIBLIA


Hemos avanzado. En las dos últimas reuniones de agentes de pastoral educativa en Aguascalientes, concluimos esta primera etapa que consistió en introducir el Proyecto de Formación. Continuaremos más adelante con los agentes de pastoral diversa que ya están realizando el estudio de las cuatro fichas propuestas para los meses de septiembre a diciembre 2010.

Primer Encuentro en Aguascalientes

Segundo Encuentro en Aguascalientes

Nuestra Misión en Comunión
de ser y formar
"Apóstoles de los Pobres"

jueves, 11 de noviembre de 2010

60º ANIVERSARIO DE SU PARTIDA AL CIELO


SIERVO DE DIOS
JOSÉ DE JESÚS LÓPEZ Y GONZÁLEZ
11 DE NOVIEMBRE 1950 - 2010

José de Jesús López y González es hijo de la Iglesia en la Diócesis de Aguascalientes; asimismo como III Obispo de ella fue su Pastor, y sigue siendo el Padre y Fundador de la Congregación de las Hermanas Maestras Católicas del Sagrado Corazón de Jesús.


Hermanas Maestras Católicas del Sagrado Corazón de Jesús

Nació bajo el signo de Santa Teresa de Jesús el 15 de octubre de 1872 en "El Cotón", Municipio de Sandovales, Ags., fue bautizado en esta Catedral, entonces Parroquia de la Asunción, hizo su primera comunión en Jesús María, Ags., realizó sus estudios eclesiásticos en esta misma ciudad, en Zacatecas un año y en Guadalajara; en esta última recibió la ordenación sacerdotal el año de 1897.

Realizó su ministerio en las Parroquias de Jesús María, Asientos y Cosío; posteriormente desempeñó varios cargos al lado del segundo Obispo de esta diócesis el Excmo. Sr. Ignacio Valdespino y Díaz, como Secretario y Vicario General.


Templo parroquial de Jesús María, Ags.

Le fue conferida la plenitud del sacerdocio en el año de 1928, recibiendo la consagración episcopal en San Antonio Texas, U.S.A., de manos de su propio Obispo, quien se encontraba desterrado de nuestra patria por motivos de la persecución religiosa. 

Catedral de Aguascalientes
Estuvo al frente de esta su Diócesis durante veintidós años, dos de los cuales, como Administrador Apostólico y el resto como Obispo titular, siendo ejemplo de bondad de padre y celo de pastor, según puede leerse en su propia lápida.
  
Murió con fama de santidad el 11 de noviembre de 1950 en la Cd. De México D. F. Poco antes expresaba: “Dios ha marcado el camino y ese seguiremos”. “Estoy dispuesto para el viaje”.





Sus restos descansan en la Catedral Basílica
de Nuestra Señora de la Asunción de Aguascalientes.

 



Orar con el capítulo 1. CAMINO DE PERFECCIÓN

miércoles, 3 de noviembre de 2010

TAN SOLO HE VENIDO - JUAN LUIS GUERRA

NOVIEMBRE: EJE HISTÓRICO


TEMA 3. HISTORIA DE LOS ORÍGENES DE LA IGLESIA


DIMENSIONES Y OBJETIVOS

1. DMENSIÓN
DEL SABER
Fomentar  que los agentes de pastoral de la Congregación conozcan tanto los elementos esenciales del mensaje cristiano y de pastoral evangelizadora, como a los interlocutores y su contexto para favorecer la madurez de su fe y el desarrollo de tu ministerio.


3. DIMENSIÓN
DEL SABER UBICARSE
Que los agentes de pastoral de la Congregación  se ubiquen en el acontecer histórico y conozcan  la realidad de sus interlocutores para que con los ojos de la fe y la adquisición de las herramientas necesarias vivan y desarrollen con autenticidad y eficacia su vocación de Apóstoles de los Pobres.


DESCRIPCIÓN DEL EJE HISTÓRICO

Este eje te ayuda a ubicarte en la historia, para que puedas encontrar el hilo conductor que ha dado continuidad al caminar de la Iglesia y cómo se ha ido articulando en el tejido histórico con la vida de José de Jesús López y González y con la Congregación; así como la relación existencial que tiene tu persona y tu experiencia de fe en este caminar.
 
 

MISIÓN EN COMUNIÓN DE VOCACIONES
 En comunión de vocaciones, vivimos y damos a conocer el amor misericordioso del Corazón de Jesús, avanzando así en nuestra misión de ser y formar “Apóstoles de los Pobres”,  como fue el sueño de nuestro Fundador,   siendo presencia atrayente y transformadora de la sociedad (Horizonte inspirador).


Vamos caminando juntos y queremos caminar en comunión, nos hemos reunido en Guadalajara, Encarnación de Díaz y Chihuahua.
Próximamente tendremos la primera reunión de Agentes de Pastoral en Aguascalientes.

¡Los esperamos!
Adelante con el trabajo de las fichas.





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NOVIEMBRE: EJE HISTÓRICO


TEMA 3. HISTORIA DE LOS ORÍGENES DE LA IGLESIA


DIMENSIONES Y OBJETIVOS

1. DMENSIÓN
DEL SABER
Fomentar  que los agentes de pastoral de la Congregación conozcan tanto los elementos esenciales del mensaje cristiano y de pastoral evangelizadora, como a los interlocutores y su contexto para favorecer la madurez de su fe y el desarrollo de tu ministerio.


3. DIMENSIÓN
DEL SABER UBICARSE
Que los agentes de pastoral de la Congregación  se ubiquen en el acontecer histórico y conozcan  la realidad de sus interlocutores para que con los ojos de la fe y la adquisición de las herramientas necesarias vivan y desarrollen con autenticidad y eficacia su vocación de Apóstoles de los Pobres.


DESCRIPCIÓN DEL EJE HISTÓRICO

Este eje te ayuda a ubicarte en la historia, para que puedas encontrar el hilo conductor que ha dado continuidad al caminar de la Iglesia y cómo se ha ido articulando en el tejido histórico con la vida de José de Jesús López y González y con la Congregación; así como la relación existencial que tiene tu persona y tu experiencia de fe en este caminar.
 
 

MISIÓN EN COMUNIÓN DE VOCACIONES
 En comunión de vocaciones, vivimos y damos a conocer el amor misericordioso del Corazón de Jesús, avanzando así en nuestra misión de ser y formar “Apóstoles de los Pobres”,  como fue el sueño de nuestro Fundador,   siendo presencia atrayente y transformadora de la sociedad (Horizonte inspirador).


Vamos caminando juntos y queremos caminar en comunión, nos hemos reunido en Guadalajara, Encarnación de Díaz y Chihuahua.
Próximamente tendremos la primera reunión de Agentes de Pastoral en Aguascalientes.

¡Los esperamos!
Adelante con el trabajo de las fichas.